Ponga un neurólogo en su equipo

David Ezpeleta

Servicio de Neurología, Hospital Universitario Quirónsalud, Madrid, España; Miembro del Comité ad hoc de Nuevas Tecnologías e Innovación de la Sociedad Española de Neurología; Director de Kranion

*Correspondencia: David Ezpeleta. Email: david.ezpeleta@sen.es

Fecha de recepción: 13-12-2024

Fecha de aceptación: 20-12-2024

DOI: 10.24875/KRANION.M25000089

Disponible en internet: 06-02-2025

Kranion. 2024;19:125-125

Resumen

Contenido

Id previo:  334
El Comité ad hoc de Nuevas Tecnologías e Innovación de la Sociedad Española de Neurología, TecnoSEN, comenzó su andadura en 2017. Entre sus principales objetivos, al igual que existen ingenieros neurotecnólogos o neurobiólogos tecnólogos, está el de crear la figura del neurólogo tecnólogo. Tal objetivo se está consiguiendo tras un sinfín de cursos, seminarios, manuales, publicaciones o actividades de todo tipo, pudiéndose afirmar que en España ya disponemos de varias personas con dicho perfil. La actividad más importante llevada a cabo por TecnoSEN en toda su historia es incubaSEN, la primera incubadora de startups que nace de una sociedad de neurología clínica a nivel global, que sepamos. Su objetivo es fundamentalmente formativo: que los participantes, provenientes de la neurología y la ingeniería, formen equipos funcionales desde el comienzo y adquieran habilidades neurotecnológicas y del mundo de la empresa. Qué es incubaSEN, sus fases y los mentores implicados en este proyecto puede consultarse en su web (https://www.incubasen.es). Por otro lado, incubaSEN lleva implícito un mensaje clave: la neurología debería estar presente desde el comienzo de cualquier proyecto neurotecnológico relacionado con la salud y la enfermedad humanas con fines comerciales. Y dicho comienzo es la detección del reto clínico y su definición por quienes se dedican a este oficio: los neurólogos y las neurólogas. Se dice que hay dos tipos de empresas: las que han fracasado y las que van a fracasar. Inteligencia artificial avanzada al margen, pretender que la neurología adopte e incluso evangelice una solución tecnológica (sensores, otros neurodispositivos, etc.) de la que no ha formado parte se me antoja más que complicado y aumenta de forma directa la probabilidad de fracaso. Leo estos días (finales de diciembre de 2024) que la Comunidad de Madrid ha creado el Consorcio Centro Nacional de Neurotecnología para el estudio del cerebro humano, proyecto que contará con un presupuesto total de 200 millones de euros. Leo también que, entre otros objetivos, está la lucha contra determinadas enfermedades, como trastornos del neurodesarrollo, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer, depresión, trastornos del sueño o secuelas tras un ictus y otras formas de daño cerebral agudo adquirido. Líderes de este proyecto aparte, cuyos perfiles son extraordinarios, ¿se ha pensado en integrar a neurólogos clínicos especialistas en estas y otras enfermedades o se echará mano de la neurología clínica y los pacientes que atiende solo cuando sea menester? Lo pregunto porque lo desconozco. Trabajar desde el comienzo con profesionales de la neurología, quienes mejor conocen las necesidades de los pacientes que atienden a diario, no parece mala idea; y si además son neurólogos tecnólogos, su participación puede ser clave a la hora de ponderar la pertinencia y viabilidad de cualquier solución neurotecnológica, así como en diferenciar entre lo factible, lo necesario y lo prioritario, cuestión que con frecuencia no se tiene clara. A quien corresponda: ponga un neurólogo en su equipo. Le irá mucho mejor.

    Tiempos Editoriales

    El proceso editorial consta de 6 pasos:

    1. Recepción del manuscrito (indeterminado, dependiendo de que el autor cumpla con los requisitos): su objetivo es comprobar que el manuscrito cumple con las especificaciones de estas instrucciones para autores y que la documentación remitida está completa.

    2. Revisión editorial inicial (máximo 5 días hábiles): su objetivo es corroborar la pertinencia, actualidad, originalidad y aportación científica del manuscrito, así como la solidez metodológica y estadística del estudio. En este momento se someterá a un sistema electrónico de detección de plagio. Derivado de ello se podrá obtener un dictamen de rechazado o se enviará a revisión por investigadores pares.

    3. Revisión por investigadores pares (máximo 30 días hábiles): Se obtendrá la opinión de al menos dos personas expertas en el área en cuestión, quienes evaluaran los aspectos técnicos y metodológicos de la investigación

    4. Revisión editorial (máximo 7 días hábiles): su objetivo es tomar una decisión basada en la opinión de revisores pares. El dictamen puede ser rechazado, cambios mayores, cambios menores o aceptado. En el caso de cambios mayores o menores se someterá  nuevamente a evaluación por los revisores pares iniciales.

    5. Edición final (6 semanas): su objetivo es la edición técnica y lingüística (y traducción), maquetación de galeras, asignación del DOI, y corrección por parte del autor.

    6. Publicación adelantada: Todos los manuscritos serán publicados ahead of print en la página web de la revista en cuanto completen el proceso de edición, hasta ser incorporados en un número final de la revista.